En este día usted descubrirá una verdad de un hombre como David, que aunque estaba en fuerte angustia, decidio fortalecerse en el Señor. Él no se quedó llorando, se conectó con Dios y alimento su espíritu recordando como Dios lo libro en el pasado y decidio soltarse nuevamente en sus manos, confesando a si mismo que esta vez Dios tambien lo libraria.